5 de septiembre de 2012

Plaza, Azerbaijan y Tlaxcoaque


Plaza, Azerbaijan y Tlaxcoaque
Por. Gustavo Gómez Peltier

Vista aerea de Tlaxcoaque.
México D.F.
Plaza
El espacio público se celebra política y socialmente, en cambio el espacio edificado solo lo celebran “las fuerzas del mercado” y sus muy particulares huestes. En México tanto urbanistas como arquitectos suelen disociar al espacio abierto del espacio edificado, un serio problema de concepción cuando se trata de dos elementos urbanos directamente relacionados dado que lo que sucede al interior de lo edificado determina en gran medida lo que sucede en el espacio abierto.

En el urbanismo colonial de Hispanoamérica esta relación es muy clara y fue uno de los ejes en la estructura de la ciudad colonial. La plaza se concibió como el lugar que servia a las actividades de la iglesia y en su caso a las del ayuntamiento, así como a los edificios dedicados al comercio, para estos últimos se generó el espacio de los portales, espacio semi abierto que sirve como espacio de transición entre lo edificado y lo abierto, entre lo privado y lo público. La otrora Plaza Mayor de la Ciudad de México y la plaza de Santo Domingo fueron los mejores ejemplos de esta intensa relación entre “lo que sucedía dentro y lo que sucedía fuera”.

En sentido estricto una plaza no puede considerarse como tal si este tipo de relación no existe, una plaza que no tiene relación directa y permeabilidad con lo edificado no es tal, en todo caso se le considera como un jardín o un parque urbano, ya que estos no necesariamente debe contar con esta relación de permeabilidad para funcionar adecuadamente.

Hoy se habla de espacios públicos “exitosos”, de lo importante que resulta que la ciudadanía haga una “apropiación” de estos espacios, de propiciar la “interacción “ social en el espacio abierto, de “rescatar” espacios que son “de todos” y de recuperar espacios viales para convertirlos en espacios peatonales. El viejo discurso “nuevourbanista” esta en boga, parece irrebatible y que bueno que así suceda.

Para tal efecto la administración de la Ciudad de México dice hacer suyo este discurso y para llevar el discurso a los hechos  inventa un nuevo título nobiliario dentro de su administración: “la autoridad del espacio público”, es decir un responsable directo de la administración de los espacios públicos de la ciudad, lo que en otras administraciones simplemente no existía.

La tarea parece sencilla, reparar, mejorar y equipar espacios de la ciudad que no habían sido atendidos adecuadamente con el fin de que la sociedad los ocupara y de que el gobierno lo presumiera. Espacios abiertos como la Plaza de la Revolución, la calle de Madero en el centro de la ciudad y algunos parques de barrio como el Parque de los Venados o el Parque España han sido muy exitosos, éxito derivado de ya que en gran medida las actividades que ahí se desarrollan ya estaban presentes. Sin embargo otros proyectos no han tenido el éxito esperado, la razón de ello es que el contexto urbano en el que se encuentran es muy distinto y se enfrentan a un contexto edificado que incluso podría calificarse como adverso.

Vecinos 1
Plaza Tlaxcoaque

Tlaxcoaque
Tlaxcoaque nació como un barrio periférico de lo que fuera el núcleo de la ciudad durante el S. XVII, una zona inundable, insalubre y problemática (para tener una referencia histórica mucho más precisa de la zona léase el excelente texto de María Gayón y María Dolores Morales: Un rincón de la ciudad. Necatitlan y Tlaxcoaque en el siglo xix http://www.estudioshistoricos.inah.gob.mx/revistaHistorias/wp-content/uploads/historias66-67_87-100.pdf).

El lugar donde ahora se pretende “el relanzamiento” de la plaza de Tlaxcoaque es un espacio residual resultado de los proyectos viales que a partir de los años treinta se realizaron en el centro de la ciudad y que iniciaron con la apertura de la Av. 20 de Noviembre y posteriores obras viales que buscaban ampliar la conectividad del centro con el resto de la ciudad. El espacio abierto de Tlaxcoaque logró sobrevivir a la picota urbana de la época ya que ahí se encontraba una pequeña iglesia edificada en el S. XVII.

Desde entonces el sitio se convirtió en un triste residuo urbano que se pretendió rescatado por el regente Ernesto P. Uruchurto y su particular concepción de la modernidad urbana. Hoy día este espacio se encuentra rodeado por edificios desocupados o subutilizados de estilo neocolonial, estacionamientos en predios baldíos, modernidades arquitectónicas de los años cincuenta ocupados como bodegas así como bodegas y fabricas de ropa que conforman un contexto edificado de muy bajo valor inmobiliario y sin ningún valor arquitectónico o patrimonial.

Armonia vecinal
Plaza Tlaxcoaque

Puros rollos
Plaza Tlaxcoaque

Azerbaijan
El cambio de pavimentos, la restauración de la iglesia, los taludes ajardinados, la poda de 234 árboles, la plantación de 15 sauces llorones, 14 jacarandas, dos liquidámbares y tres flamboyanes; la construcción de una fuente monumental e iluminada que cuenta con 73 chorros de agua -un géiser central, 24 chorros pulverizadores y 48 verticales- con control electrónico; un foro al aire libre, la instalación de 65 luminarias, mobiliario urbano y particularmente la colocación de una estatua de bronce conmemorativa de la República de Azerbaiyán con la figura femenina de la paz y la victoria –representada por una mujer que llora por la muerte de sus hijos- de 3.60 metros de altura no fueron ni serán suficientes para regenerar un contexto urbano en absoluto deterioro y mucho menos para generar una plaza pública.

Miss Anne Miller
Plaza Tlaxcoaque


Todo lo anterior, por extraño que parezca, corrió a cuenta del gobierno de la hermana República de Azerbaijan quien por razones de todos desconocidas, o al menos no hechas públicas, decide invertir  recursos de aquel lejano país en el mejoramiento del espacio público de la Ciudad de México, la cual decide que el mejor lugar para hacerlo es la citada plaza de Tlaxcoaque.

Supongo que estos recursos se invirtieron en tan particular sitio (junto con una pequeña sección de Chapultepec en el Paseo de la Reforma y la calle de Gandhi) como una forma de cubrir el hecho de que para Tlaxcoaque se había convocado a un concurso internacional para convertirla en el gran proyecto urbano del bicentenario de la administración de Marcelo Ebrard, pero con el “advenimiento” de la crisis financiera global, se decidió que los escasos recursos de la ciudad para tal efecto mejor se invertirían en el “rescate” del monumento a la revolución y la plaza de la república, dejando a Tlaxcoaque en el olvido y a los ganadores del concurso “chiflando en la plaza”.

En todo caso el proyecto de “rescate” de Tlaxcoaque le quedó muy chico a la problemática del sitio y de su contexto urbano, en un par de años podremos juzgar si el hecho de remodelar espacios abiertos es factor clave en la regeneración de los espacios edificados y si con ello se logra que la sociedad “se apropie” del espacio, que “interactúe” con el resto de la sociedad, que los niños jueguen a la sombra del monumento dedicado a la paz y la victoria y que cada año se realice una bella pero emocionante ceremonia cívica en la que los chilangos nos reunamos a celebrar la independencia de Azerbaijan. Estaremos pendientes.

Solovino
Plaza Tlaxcoaque
!Arriba corazones!
Plaza Tlaxcoaque


3 de mayo de 2012

“El proyecto de la Estela de Luz, aún no se acaba”



El proyecto de la Estela de Luz, aún no se acaba 
Entrevista al Arq. Martín Gutiérrez. co autor de la Estela de Luz.

Por: Mtro. Gustavo Gómez Peltier

Twitter @peltierDF

"El sabor único y delicioso de siempre"
Túnel de acceso. Estela de Luz. 
Paseo de la Reforma.
El concurso para el diseño del monumento al bicentenario se realizó por invitación, uno de los despachos invitados fue el del Arq. Cesar Pérez Becerril, el que a su vez invitó al despacho del Arq. Martín Gutiérrez a desarrollar conjuntamente el proyecto, algo que ya habían hecho en varias ocasiones.

En la ceremonia de premiación del concurso se reconoció públicamente la participación de Martín Gutiérrez junto con un amplio equipo de jóvenes colaboradores. Posteriormente el Arq. Becerril desconoció la participación de sus colegas.

Con la salida del Arq. Becerril del proyecto, el Arq. Martín Gutiérrez fue llamado por la empresa constructora como asesor en la ejecución del proyecto. Tuvimos la oportunidad de entrevistarlo y conocer su punto de vista sobre el resultado final del proyecto.

Gustavo Gómez (GG): En todo diseño, en todo proceso creativo, suele haber diferencias entre lo proyectado y lo edificado, ¿Estas satisfecho con el resultado final?.

Martín Gutiérrez (MG): Lo construido conserva la esencia del proyecto, el proyecto sufre algunas adecuaciones en función de hacerlo “construible”, pero el concepto  original se conserva. El proyecto no está terminado, no se construyó la totalidad de la plaza proyectada y es una plaza que necesita la ciudad ya que se trata de un conector urbano y un vestíbulo para el bosque de Chapultepec.  Debemos pedir que se concluya el proyecto, es parte fundamental de este.

GG: ¿Te gusta lo que ves?.
MG: Si, francamente si.

GG: ¿Que cambios hubieras realizado ya viendo el proyecto en su contexto urbano?.

MG: Desafortunadamente hubo un espacio de tiempo en lo que ninguno de los arquitectos que ganamos este concurso participamos por que hacen a un lado a Cesar, y en ese lapso se tomaron una serie de decisiones que modificaron parte del proyecto, para como digo, “hacerlo construible”, pero estas no cambiaron el proyecto en forma sustancial. Por ejemplo, la solución técnica para la colocación de cada una de las piezas de cuarzo probablemente yo la hubiera diseñado diferente, pero la solución que se dio es magnifica,  otro ejemplo son los muros de la plaza que hoy son de concreto aparente y originalmente eran de granito, pero me parece un acierto que así se haya realizado, así como la rampa para minusválidos con el Capelo de cristal, son cosas que mejoraron el proyecto.

GG: ¿Que opinas de la  escala, es adecuada?.

MG: Creo que el concurso debió haber sido abierto, abierto para arquitectos, urbanistas, artistas y cualquier persona que pudiera proponer como festejar el bicentenario y abierto también en cuanto a la localización del monumento. Si me hubieran preguntado: ¿Martín como propones festejar el bicentenario?, muy probablemente no hubiera propuesto este monumento, se hubieran dado muchas ideas de haber tenido mas tiempo, pero la condición estaba dada y se tenía un sitio específico. Se discutió mucho al interior del equipo si debería haber un hito o simplemente una plaza, esa fue una discusión muy amplia y finalmente se tomo la decisión de que debería ser amabas cosas. El espacio urbano que se asignó para el monumento resultaba escaso y por eso decidimos salirnos del polígono y trascender a un espacio público de mucho mayores dimensiones que es la plaza que cubre el circuito interior y que hasta ahora no se ha realizado.

La escala del monumento se estudió mucho en los tres despachos. ha sido recurrente esta idea de planos articulados a través de una estructura, de paneles articulados y la plaza como un conector.

GG: si como dices el monumento era el pretexto para construir un espacio público, ¿entonces dirías que el monumento está trunco?.

MG: Yo no diría que quedó trunco. Yo diría que se construyó la primera etapa del proyecto y me parece que lo que hay es suficientemente bueno. La plaza en la que actualmente se desplanta no es una plaza menor, tiene casi 5 mil metros cuadrados, hace falta el resto de la plaza pero no es absolutamente necesaria para vivir el monumento.

El monumento debería tener suficiente tamaño para tener presencia, pero no podía ser tan grande como para competir con los edificios, esto era prácticamente imposible. En algún momento dijimos, ¡vamos a hacer un monumento de 200 metros de altura!, pero se vería ridículo no solo por la altura de los edificios sino por el volumen de estos.

GG: ¿Por qué razón se eligió la vista lateral del monumento para el eje del Paseo de la Reforma?.

MG: Por un lado se estudió mucho la dimensión y proporción del monumento y al no poder competir con los edificios se planteó que los edificios  lo “enmarcaran”, lo “flanquearan”. Algo positivo que tiene el monumento son las diferentes escalas que adquiere dependiendo de donde lo veas, es algo que la gente ha criticado pero yo lo veo como una de las grandes bondades del monumento: tiene distintos puntos de vista que le dan distintas escalas.

Hay que recordar que las bases del concurso pedían que el monumento se desplantara sobre el eje de Reforma. Nosotros decidimos no hacerlo así, lo desplazamos hacia un lado con el objetivo de respetar la vista de la Calzada de los Héroes y del castillo de Chapultepec. Así se deja que la vista fluya y que el monumento no fuera protagónico en la vista desde Reforma. No queríamos competir con esos elementos históricos; queríamos que la parte esbelta estuviera sobre el eje de Reforma y dejar fluir la vista. Y conceptualmente, desde ese punto ves la concepción del monumento: observar las dos hojas unidas por la estructura que las intersecta, ese es el razonamiento de su asociación paralela a Reforma.

Fotorecuerdo.
Estela de luz
Paseo de la Reforma.
GG: Tradicionalmente los monumentos representan hechos o personajes concretos mediante la integración de elementos figurativos y narrativos, en este caso la estela es mas un elemento formal que un símbolo. ¿Cuál fue la reflexión en torno a esto durante el proceso de diseño y como se llegó a esta conclusión?.

MG: Nuestra formación de arquitectos es espacial, no somos escultores. El monumento tiene esta parte simbólica, pero la idea es un objeto geométrico, mesurado, sobrio, elegante, ese es nuestro punto de vista, que terminara siendo un hito de la ciudad independientemente de su carga simbólica. A final de cuentas el valor plástico es un valor importante para la ciudad, las cosas bellas, los espacios bellos nutren a las ciudades todos los días. Si este elemento geométrico con esta altura, con esta asociación, con esta escala y emplazamiento es un acierto entonces tendremos una “palomita”, de lo contrario un “tache”, el tiempo lo dirá.

GG: Desde tu perspectiva ¿cuál crees tu que es el significado del objeto?.

Es antes que nada, un espacio urbano, un espacio público. El mismo hecho del concurso le otorgó una carga simbólica. La estela representa dos siglos de nuestra historia: una hoja representa la cultura indígena y la otra la cultura española y la estructura que los une y la luz que los amalgama, representa el mestizaje, que es lo que somos.

GG: Finalmente queda como una obra para la sociedad. ¿Cómo esperas que el ciudadano tome el monumento?, ¿Qué relación esperas entre la sociedad y la obra, qué te gustaría que pasar alrededor?.

MG: Espero que suceda lo que ya está empezando a suceder: la gente empieza a habitar la plaza. Mi percepción es que la gente la disfruta, la gente no solo pasa de largo, hace un receso, se recarga en el barandal, la observa, se sienta en la escalinata. Algo que no se sabe es que hay 2,500 m2 construidos debajo de la plaza que tarde o temprano se abrirán al publico, que harán que esto tome mucho más vida, espero no adelantarme pero dicen que ahí se hará un cine para noctámbulos, lo cual me parece fantástico pues tendrá vida las 24 horas. Espero que la gente lo disfrute, lo utilice.

GG: Durante la inauguración oficial no se mencionó el nombre de ninguno de los autores, parece ser que se busca la orfandad del proyecto. ¿Piensas que así debe ser, debe ser un monumento anónimo?.

MG: No creo que deba ser así, pero si creo que lo importante es el monumento, creo que el día que aparezcan nuestros nombres cuando deban aparecer será bueno, en lo personal me siento orgulloso.

GG: ¿Te gustaría ver una placa en la que aparezca  tu nombre y el del resto de los autores?.

MG: No necesariamente la placa, además creo que la tienen que poner por ley,  pero si me preguntas que si quiero que se ligara mi nombre al monumento yo te diría que si, tanto para lo bueno como para lo malo, yo le apuesto a que el monumento trascienda, pero si no es así, también el nombre irá impregnado con esa parte de “estos cuates no le dieron, no acertaron”. Hay que responsabilizarse y dar la cara por el hijo, por que además así lo concebimos, así lo pensamos; no es cierto que quedó feo, que quedo mal hecho, pudo haber quedado mejor, si, todo es perfectible.


Sobe ruedas.
Estela de Luz.
Paseo de la Reforma.
GG: Pérez Becerril declaró a la prensa que si lo volvieran a invitar al concurso el no participaría, tu declaraste que mas que ganar un premio parece que ganaron un castigo. ¿Tu volverías a participar?, ¿finalmente fue premio o castigo?.

MG: Yo si volvería a participar, los concursos siempre son una oportunidad para hacer el deber ser. Creo que de los proyectos concursantes este era el mejor y así lo decidió un jurado calificado. El proyecto estuvo en riesgo de no construirse y acabo sucediendo lo que tenia que suceder para que se construyera. Quien toma las riendas de esto, específicamente Lujambio e Ignacio López hace muy bien su trabajo.

GG: Los procesos forman parte de cualquier obra, en arquitectura difícilmente se puede afirmar que el fin justifica los medios. ¿Piensas que si el proyecto seleccionado hubiera sido otro hubiera tenido la misma suerte?.

MG: No lo sé, había muchos proyectos con dificultades técnicas por encima de este y otros que no. Sinceramente creo que la gente que encabezó esto en su momento no era la persona adecuada para construir un monumento de la magnitud propuesta.

GG: El observador de monumentos y en general de la arquitectura, observa la obra y genera su propia lectura, ¿que le diría el autor al observador, al usuario?.

MG: Que lo conozca, que vaya, que camine, que no se vaya con la finta de la parte oscura misma si hay y es innegable, no se inauguro en la fecha prevista, hubo lo que el mismo gobierno ha reconocido: ineficiencia e ineficacia, no sabemos si hubo corrupción o no, se esta investigando, pero que no se quede con esa parte y que haga su propio juicio, creo acaba siendo un tema personal.

GG: Todo proyecto tiene que pasar por el “ácido del tiempo” para ser evaluado, ¿en que tiempo piensas que se puede evaluar la Estela de Luz?

MG: Es muy complicado, creo el primer tiempo que deberíamos dejar pasar es el tiempo político, sin duda el tema se ha politizado, se ha agarrado “algo” para pegarle a “alguien”. No te podría precisar un tiempo, yo no había imaginado que hoy ya fuera aceptado por tanta gente, la que lo vista, la que lo disfruta y no necesariamente quienes escriben en el periódico y le tira rudísimo al monumento.

GG: Ante los costos del proyecto, ¿quien podría pagar la segunda parte del proyecto?.

MG: Buena pregunta. Este monumento nos costó 9 pesos a cada mexicano, con el Producto Interno Bruto anual se pueden construir 12 millones de estelas al año, ese es el tamaño de país que tenemos, es quitarle un pelo a un gato cada 100 años. Lo que es un hecho es que el proyecto es medible en costo, finalmente se va a saber cuanto costó.

GG: ¿No crees que la segunda parte no la debería pagar la iniciativa privada?

MG: Pienso que si, muy probablemente, habría que propiciarlo.

Aquí dice compadre.
Estela de Luz
Paseo de la Reforma.

15 de marzo de 2012

El último monumento.


Levante la mano el que diga yo.

Luz y sonido.
Estela de luz.
Los monumento siempre están dedicados a algo o alguien y su objetivo es significarlo o representarlo, pero los monumentos también representan al estado y por añadidura al gobierno que lo decide, lo impone y lo paga. Esta doble representación no es casualidad y en gran medida suele ser la verdadera intensión. La lectura que la sociedad hace de la Estela de Luz es también doble, por un lado la significación simbólica del bicentenario de la independencia (abstracta y poco clara) y la del gobierno en turno (abyecto en resultados). Hoy día disociar ambas lectura parece casi imposible.

Cuestionado hasta el hartazgo en cuanto a su costo, pertinencia, forma, función, materiales, significado, localización, discurso y legibilidad al tiempo que dejó muy mal parados a funcionarios, instituciones, constructoras, arquitectos y jurados expertos. El monumento al bicentenario, la estela de luz, la paleta mimi, la suavicrema, la lápida o como sea el apodo de este mes, será o debería ser el último monumento de gran escala que se construirá en el país.

Luz y fuerza del centro.
Estela de Luz

¿Que candidato, gobernador, presidente municipal, artista, escultor, arquitecto, urbanista o ciudadano bien intencionado está pensando en erigir un nuevo monumento de gran escala?; ¿quién estaría dispuesto a correr el riesgo político o profesional de hacer un monumento “bueno, bonito y barato” que si sea abrazado por la sociedad y por los medios?.  Parece que nadie y en todo caso nadie se atrevería hoy a decirlo.

No hay tema para un nuevo monumento, no parece existir pretexto alguno que resulte válido, probablemente lo único que puede ser aceptado -no sin serios y amplios cuestionamientos de parte de la clase gobernante y las buenas conciencias nacionales- sería la construcción de un monumento, memorial o un mausoleo a las víctimas de “la guerra contra el narco”; pero política y presupuestalmente se ve muy complicado que esto pueda solucionarse en buena forma.

Parece que la Estela de Luz es el monumento al fin de los monumentos, el modelo de representación y justificación del estado mediante estos elementos urbanos esta totalmente agotado y resulta tan anacrónico en términos urbanos, sociales y políticos como erigir la representación en bronce del gobernante en turno.

Monumento a Vicente Fox.
Boca del Río Veracruz, Mex.
Foto: La Jornada.




















Derribamiento monumental.
Monumento a Vicente Fox.
Foto: Foxilandiablogspot.

26 de enero de 2012

Breve histeria de la Estela de Luz


Artículo publicado en el diario 24 Horas.

http://www.24-horas.mx/

Mamá, soy paquito.

La idealización

México es un país de monumentos, en todas las localidades urbanas se cuenta al menos uno, se encuentran por todos lados. Sin duda Juárez es el que más representaciones tiene a nivel nacional seguido de Morelos y después todos los demás, incluyendo a Fidel Velázquez y Carlos Hank. A estos monumentos tenemos que sumar los de orden “abstracto”, en este caso la variedad es amplia: la madre, el libro de texto gratuito, la expropiación petrolera, el drenaje profundo, el agua potable, el IMSS, la Revolución, la Independencia y demás abstracciones patrias. La tentación de erigir un monumento para los festejos del bicentenario era muy grande y no pudieron resistirla, lo que no midieron fue el riesgo y de ahí las cuentas por pagar.

La cita
En principio alguien decidió que el monumento debería ser un arco y ese fue el primer error (si consideramos la idea misma del monumento como un acierto), pero ello condicionaba el desarrollo formal de la idea y finalmente se decidió que mejor fuera “tema libre”. El día 15 de abril del 2009 se dieron a conocer los resultados del concurso y con ello se desataron las envidias entre un gremio arquitectónico que se percibe como autárquico y que pocas veces se ha distinguido por lo contrario.

Al día siguiente se anunció el proyecto ganador, mismo que deparaba varias sorpresas: la primera fue que el proyecto no era un arco, la segunda que el ganador no fue un famoso arquitecto (con el perdón de los citados) encabezados por Cesar Pérez y Martín Gutiérrez, la tercera sorpresa fue que uno de los arquitectos concursantes -Michel Rojkind y su socio Arturo Ortiz- se burlaron del concurso al "participar para perder" con una propuesta sumamente crítica y altamente cínica, en la que se planteaba un dantesco conjunto de 5 mil viviendas de interés social sobre el Paseo de la Reforma. La apuesta era abrir un debate sobre la pertinencia del proyecto, pero por desgracia el debate apenas duró dos días.

En días posteriores se desató otra polémica encabezada por Ramírez Vásquez y Fernando Romero, en la que argumentaban que se debía descalificar al proyecto ganador por no haber cumplido con las reglas de la convocatoria al diseñar algo que no fuera un arco. Lo más interesante de esto es que la propuesta de Ramírez y Romero no era propiamente arco sino un aro, por lo que la puntillosa argumentación descalificatoria no soportaba un simple análisis geométrico. En todo caso la pataleta fue en vano.

Su interes (social) de 54 m2.
Propuesta de Rojkind y Ortiz

Anillo de compromiso, que la suerte no quiso.
Propuesta R. Vázquez y F. Romero
El enamoramiento
En realidad el análisis y la crítica al proyecto desde una perspectiva formal o constructiva fue prácticamente nula, el silencio parecía una aceptación y un reconocimiento al ya para entonces auto encumbrado Cesar Pérez Becerril.

A mediados del año 2009 no se veía nada de lo que se dijo sería “el eje central de las celebraciones”, a partir de ese momento se comenzó a preguntar a los responsables el estatus de la situación y desde entonces prácticamente nadie declaró nada medianamente satisfactorio. José Manuel Villalpando prometió “dos momentos inaugurales para la obra: a las 00:00 horas del 16 de septiembre se declarará inaugurada la Estela de Luz; la plaza que le rodea hasta el 20 de noviembre”, un mes después se veía obligado a declarar sin embargo, hubo complejidades técnicas que atender. Evidentemente, a lo que yo pueda opinar, se impone la parte técnica de la constructora, que requiere ciertos espacios y movimientos para poder avanzar primero una cosa y luego la otra. Así de sencillo". Al tiempo, el Arq. Martín Gutiérrez Guzmán, cuando aún participaba en el proyecto, declaraba: "Las presiones a las que se ha sometido el equipo son muchas. En lugar de ganar un premio, parece que ganamos un castigo".

Un mes después la confianza de los responsables llegó a su máximo histórico: "La crítica no me afecta", aseguraba un sonriente Villalpando quien se curaba en salud mientras se envolvía en la bandera y afirmaba "La crítica, la envidia es algo muy hispánico, muy mexicano". El tema presupuestal comenzaba a subir de tono y ya en un delirio declaratorio que le costaría el puesto, Villalpando atajaba con soltura: "se trata de conmemorar a México. Este recurso es poco en realidad frente a los muchos millones de pesos que hay en el presupuesto nacional, se trata de hacer esto inolvidable" y en su caso lo fue.

El Susodicho
Foto tomada de proceso.com.mx
























La realidad y el compromiso
Un año después, en agosto del 2010, el Presidente daba la noticia: “la Estela de Luz no estará lista para el 15 de septiembre, según lo planeado, sino hasta el último tercio de 2011." Ante estas palabras, el secretario Lujambio, nuevo responsable, buscó matizar, relativizar e infundir confianza: “Un año más o un año menos, es un dato irrelevante”, y no contento con quitarse la presión, también nos dijo el por qué: "Esta es la pieza con la que los mexicanos queremos celebrar los 200 años de nuestra historia y estamos pensándola para 200 años. [...] Si la pieza se acaba de construir en el año 2011, créanme que nadie pensará que estamos ante un dato relevante". "¿Caro?", preguntó sonriente "Yo diría que necesario, justificado por su propia belleza". Lo que nos revela que para él la belleza tiene su precio y que el Estado está dispuesto a pagarla. Todo este carrusel declaratorio lo hizo acompañado de un sonriente Pérez Becerril quien mientras festejaba las declaraciones del Secretario afirmaba que el monumento sería “de extraordinaria esbeltez, singular encanto y complejidad en su construcción” y dejando claro que “se trata de una obra de arte de inigualable belleza y no de un edificio común. La Estela de luz es una pieza única de la arquitectura mundial, es una obra sin precedentes, como obra de arte y como pieza de ingeniería”.

El rompimiento
El nuevo responsable se tomó muy en serio su papel y comenzó a cortar cabezas, incluida la del arquitecto Becerril. Éste se lanzó a la palestra mediática para explicar su desamor con el Estado y ante la pregunta de si volvería a participar en el concurso para diseñar un Monumento del Bicentenario, la respuesta del arquitecto fue con mayúsculas: "NO". A partir de entonces las acusaciones se pusieron rudas y las justificaciones técnicas. Becerril aseguraba: “me han presionado de distintas formas para que no hable ante los medios ni denuncie la corrupción existente", "se han priorizado los intereses económicos, personales y de terceros en contra de los intereses del País": Buscando además advertirnos que la otrora grandiosidad del proyecto "se ha distorsionado y se está haciendo un pequeño monstruo de lo que podía haber sido un monumento muy digno".

Ante esto, Lujambio saltó furioso frente a los medios para decirse sorprendido por las palabras del arquitecto y asegurar que desde su posición, éste mentía sin cesar. Acto seguido, el Secretario comenzaba a darnos luz sobre las verdaderas razones del diferendo amoroso: “el arquitecto quería ser el director arquitectónico de la obra después de cobrar 18 millones de pesos y por ejemplo nunca nos resolvió el sistema de sujeción del cuarzo”, aclarando eso sí, que él entendía que el arquitecto quería algo muy estético pues “son artistas”, pero que “los ingenieros le dicen en repetidas ocasiones, entre otras cosas, que el cablerío no puede ir oculto y que el arquitecto nomás no entiende” y que por tanto él se había visto obligado a tomar decisiones al respecto.

No la toques Jelipe que esta caliente.

La descendencia
A partir de entonces la obra comenzó a hacerse visible sobre el Paseo de la Reforma y, como buen despechado, el arquitecto Becerril guardó silencios, corajes, rencores y un amplio conjunto de malos recuerdos mientras que los co-autores, otrora desconocidos, regresaron con paterna alegría a supervisar el crecimiento de su hijo predilecto. Para entonces lo único que se escuchaba era el rumor de la expectativa y uno que otro reclamo del arquitecto Becerril, quien recurrió a un diputado del incuestionable PVEM para denunciar actos de corrupción. Finalmente nos decían que la Estela de Luz se encontraba prácticamente terminada aunque a simple vista no lo pareciera. Curiosamente nunca se difundió una imagen clara y precisa de cómo se vería el monumento terminado ni como se integraría al espacio urbano, es decir nunca se tuvo una imagen objetivo a la cual referirse.

El anunciado día de fiesta llegó, pero se adelantó para evitar suspicacias y una que otra manifestación popular. El evento fue deslucido y sin brillo emocional. A los pies de la Estela toda una orquesta sinfónica y un amplio coro, un discurso presidencial justificatorio de la idea del monumento y en el que se nombró a los miembros del jurado y se dejó huérfano al proyecto, palabras que fueron a dar directo al lugar común y que nos hicieron pensar que el discurso de un presidente municipal develando un busto en la plaza del pueblo hubiera sido mucho más emotivo; una niña que lanza una paloma de plástico inflada con helio que con suerte se elevó; un poema sobre la luz que a nadie conmovió; un DJ para parecer “modernos”; un grupo de niños que acompañaron al presidente en su desconcierto al tocar la Estela sin que nada relevante sucediera y finalmente un “show” de pirotécnico artificio para recordar que estábamos ahí para festejar.


DJ Cuarzo

El pago de la pensión.
Más que símbolo del bicentenario la opinión pública lo interpreta como un símbolo del sexenio y probablemente con esa percepción se quede. Pero hasta ahora la crítica sobre el monumento, sobre el hito, sobre el proyecto mismo ha sido mínima en cantidad y calidad. Ponerle apodos, cuestionar el desmedido costo y buscar culpables, así como decretar que es un monumento a los 60 mil muertos o a la corrupción, son críticas validas para un gobierno y/o un partido en el poder, pero no para el proyecto mismo.

El monumento al Bicentenario de la Independencia está ahí, y no debemos olvidar que está inconcluso y que se debe consumar el proyecto original ejecutando la plaza pública que se proyectó como parte integral del mismo (aunque no veo quien se atreva a invertir más recursos públicos en ello). Entonces, más allá del desahogo a la frustración sexenal y al dolor de los muertos, habrá que evaluarlo seriamente desde la perspectiva urbana, la formal, la social y la simbólica y entonces reflexionar sobre si este tipo de elementos urbanos con todo y su carga simbólica siguen siendo válidos para la ciudad contemporánea. No tenemos muchas más opciones y como siempre en estos temas, el tiempo se encargará del resto.

Numeralia mística

15 de diciembre de 2011

El lujo de América


Es tan rara, tan sublime y tan hermosa...

Iluminada

Por incurrir irregularidades irregulares en la planeación y contratación para la construcción de Estelita la de Luz, la Secretaría de la Función Pública (SFP) destituyó e inhabilitó por 12 años en cargos del gobierno federal, al ex director general de la paraestatal III Servicios, Agustín Castro Benítez.
En un arranque de justicia y para demostrar que el brasero jala parejo la función pública se llevó de corbata a Ricardo Morales Jaramillo y Rubén Enrique Arenal Alonso, ex gerentes de administración y finanzas, y jurídico, respectivamente. Para no dejar y engrosar el expediente, también cargó con Juan Alberto Bravo Hernández, ex asesor técnico administrativo, por incurrir en gravísimos presuntos delitos los cuales son tipificados como: abuso de autoridad, ejercicio indebido del servicio público, usurpación de funciones, uso de siglas sin derecho y de sellos sin derecho.

Se informa al pueblo de México que de las tres auditorías practicadas a la Estela de Luz (ella tan grandota y tan bonita), se desprende que la empresa III Servicios adjudicó y formalizó el contrato de construcción sin que el proyecto ejecutivo estuviera completo, y se avaló de manera improcedente la contratación de la empresa Gutsa, actualmente amparada. En resumen se impuso el cochupo sobre el bienestar simbólico de la patria.
Con el último tramo nos vamos
Ya entrados en gastos Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (¿Remember a un tal Villalpando?) aceptó el proyecto arquitectónico ejecutivo aun cuando estaba incompleto y además autorizó el pago (raspando al místico Arq. Cesar Pérez quien no encontró cabalística alguna en los números escritos en el cheque). A su vez, el director del proyecto ejecutivo del monumento omitió presentar los informes estipulados en el contrato y no dio seguimiento a la obra ni efectuó la supervisión necesaria.
Otras irregularidades reportadas son: falta de maquinaria y equipo para la ejecución de los trabajos (ni nombrar la falta de mística patria que antecede a este tipo de obras, pero que seguramente no esta estipulada como delito en la legislación correspondiente); el residente de obra incumplió con el control necesario (suponemos que el “incumplimiento de control” es consecuencia de los fervores patrios de los acusados); y hubo un cálculo incorrecto en la aplicación de penas convencionales en estimaciones a la empresa encargada de la supervisión de la obra (derivado, queremos pensar, de las emociones patrias en la ejecución y premura por ejecutar el monumento ante la sentida demanda de chicos y grandes).
Ya es mas alta que la Torre Mayor, dicen.
Como las mas linda rosa de un vergel, que me muera si al verla yo no tiemblo, oh que preciosa mujer.
Elaborar la lista de invitados para la magna inauguración debe estar resultando mas difícil que una boda de segundas nupcias. Estaremos pendientes al buzón a ver si nos entregan una. En todo caso para la esperada inauguración (se dice será el día 31 de diciembre) Estelita llegará con la tranquilidad de que “se ha hecho justicia” con quienes provocaron su retraso.
Casi listos.



Calienta muy poquito.



Solisombra